DROGAS Y ADICCIONES
El 26 de junio de todos los años se conmemora el “Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas”.
Se entiende por droga a toda sustancia química que al entrar en el organismo modifica su funcionamiento físico y/o psicológico (OMS). Las drogas afectan principalmente los procesos mentales, el comportamiento, la percepción de la realidad, el nivel de atención-alerta, el tiempo de respuesta y la percepción del entorno. Si revisamos la estadística actual respecto al Covid-19, recientes informes relacionan al tabaquismo con una peor progresión y mayor mortalidad.
El consumo de drogas empieza con la búsqueda de placer, negar la realidad adversa, el consumidor busca alejarse de lo “malo” que le está sucediendo en un determinado momento. Consumir drogas no hace moderno ni libre a nadie (como creen muchos consumidores), por el contrario, lo hace débil y dependiente porque después de su uso repetido, “decidir” usarlas ya no es voluntario porque cambia la “configuración” del cerebro, a ello llamamos drogodependencia, la cual es una enfermedad compleja caracterizada por un deseo, una búsqueda y un uso compulsivo e incontrolable de consumir drogas, que puede persistir aun sabiendo las consecuencias negativas que implica.
Las drogas pueden ser estimulantes, depresoras o alucinógenas y el nivel de afectación en el cuerpo está relacionado al tiempo del consumo, la frecuencia, así como el tipo y la cantidad que se consume, puede ser desde fumar cigarrillos o beber alcohol (drogas legales) hasta drogas sintéticas como la cocaína (drogas ilegales),
Según el MINSA entre las drogas de mayor consumo en el Perú se encuentran el alcohol, los cigarros, la marihuana, la cocaína e inhalantes y su consumo tiene mayor incidencia en Lima, callao Piura y Ancash, en ese orden.
Si pretendemos evitar el uso indebido de drogas en los hijos o familiares los padres deben permanecer alertas sobre cambios repentinos en las conductas, amistades nuevas, sospechosas o poco frecuentes, salidas de casa sin explicaciones coherentes, etc.
Mejoremos el diálogo con los hijos.
Psic. Ricardo MATIAS FUENTES.
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